Tras la separación de sus progenitores, Connor (Lewis MacDougall), un chaval de doce años, deberá encargarse de llevar las bridas de la casa, puesto que su madre (Felicity Jones) está enferma de cáncer. Siendo de este modo las cosas, el pequeño procurará superar sus temores y fobias con la ayuda de un monstruo (Liam Neeson), mas sus fantasías deberán enfrentarse no solo con la realidad, sino más bien con su fría y calculadora abuela (Sigourney Weaver). Con este nuevo trabajo J.A. Bayona cierra su trilogía sobre las relaciones maternofiliales, que empezó con El orfanato y siguió con Lo imposible.