Si bien suene increíble, al pequeño Ulises de tan solo 9 años, de la noche a la mañana le medró el bigote. Esta situación, en apariencia ordinaria, desata una serie de sucesos expepcionales, para él, su mamá y sus mejores amigos.
Si bien suene increíble, al pequeño Ulises de tan solo 9 años, de la noche a la mañana le medró el bigote. Esta situación, en apariencia ordinaria, desata una serie de sucesos expepcionales, para él, su mamá y sus mejores amigos.